Hola, me da un gusto enorme abrir este espacio para compartir una idea que me ha rondado la cabeza por mucho tiempo: «como ser mamá sin olvidarme de mí como individuo, como pareja y como todo lo que una persona quiere ser en la vida».
Y es que suele suceder que llega la maternidad y lo único que nos ocupa la mente es nuestro bebé. Lo sé, me ha sucedido tres veces, tengo tres hijas que hacen que mi vida sea mejor, más emocionante, más divertida, más llena de retos.
Ser mamá de mis tres hijas me hace seguir adelante y tratar de ser mejor persona, me hace disfrutar de cosas que habían quedado en la infancia como esta:
Cuando nacen nuestros hijos son muy demandantes, nos demandan hasta nuestras horas de sueño. Pero crecen, y entonces siguen demandando atención. Y la merecen, mis hijas merecen toda mi atención porque las amo y quiero lo mejor para ellas.
Sin embargo, estoy consciente de que para ser una buena madre, tengo que estar contenta conmigo misma, tengo cuidar de mí, tengo que seguir haciendo lo que me gusta. Porque si lo dejo todo para ser solo mamá, dejaré de ser yo ¡y me gusta ser yo!
Me gusta ser yo porque creo que puedo lograr ser un buen ejemplo para mis hijas.
Me gusta ser yo porque quiero inspirar a mis hijas a no dejar de ser ellas mismas nunca, ni cuando sean madres si así lo desean (ahora dicen que solo tendrán gatos).
Yo tuve a mis hijas «grande», a los 32, a los 36 y a los 40. Ahora tengo 46, mi hija menor tiene apenas 6 añitos, aún me queda un buen rato para que el nido se quede vacio (¡a disfrutarlo llenito!)
Pero tengo amigas de mi edad que empezaron antes con la maternidad, en sus 20´s y hoy, que tienen hijos de 25 años, que se han marchado de casa me dicen: ¿y ahora qué hago? 25 años cuidé de mis hijos como única ocupación y ahora que se han ido (como debe de ser) yo casi no recuerdo lo que me gustaba, mi pareja y yo tenemos poco de qué hablar, no sé por donde empezar.
La buena noticia, creo yo, es que nunca es tarde para empezar a cuidarte, para recordar lo que te motiva (además de la maternidad) para aprender cosas nuevas, para reconocer que si bien ser madre es el más grande reto de la vida (así lo considero yo), también tenemos valor como individuo.
Y no tienen que ser grandes cosas, yo sé que la maternidad nos tiene bastante ocupada la mente y las manos. Si además le sumamos trabajo fuera de casa y trabajo dentro de casa ¿a qué bendita hora hacemos algo por nosotras?
Pues habrá que buscarle la hora. Porque si no hacemos ejercicio ¿cómo vamos a seguirle el paso a nuestros hijos? y así con cualquier cosa que sea buena para ti.
Un ejemplo sencillito de hacer cosas por nosotras es este:
Mi letra me daba una pena horrorosa, a los 44 años me compré un libro de caligrafía y si bien no pienso abrir un negocio de rotulación para boda, sí escribo notas para los maestros de mis hijos sin pasar vergüenzas. Lo hice por la noche, a ratos, mientras esperaba que la salieran de la escuela, pero lo hice y me llenó de satisfacción.
Así que sin importar si estás embarazada, si tienes un bebé o varios, o si tus hijos son mayores, prepárate para el nido vacio, porque lo ideal es que llegue. Lo que queremos al criar a nuestros hijos es que se conviertan en adultos felices, independientes, que sigan sus sueños sin miedo, que evolucionen, que crezcan en todos los aspectos.
Y dolerá, dolerá mucho cuando se vayan, pero si has cuidado de ti misma, estarás lista para la siguiente etapa de la vida, una vida donde puedes disfrutar a tus hijos desde su libertad y seguir tu camino, lleno de lo que siempre fuiste y nunca dejaste de ser.
Espero que podamos compartir muchas ideas por aquí.
Norma